Páginas

jueves, 17 de noviembre de 2011

28º Capitulo- Excursión a la playa.

Hello! Que tal lectoras? Yo GENIAL, ya que hace un par de dias ¡vino Justin a España! Y si no he podido subir capitulo es porque estaba muy ocupada persiguiéndole, llorando por él, buscando información etc etc Bueno ya lo sabéis perfectamente, cosas de Beliebers xD   
Muchisimas gracias por los coments, me encanta saber que a varias personas les gusta mi novela, eso siempre me sube el animo chicas :D
Y me gustaría haceros una pequeña aclaración:
Esta novela no va al mismo tiempo que la vida real, osea que los sucesos que le están pasando a Justin en este momento no tiene que ver, ni van sincronizados con esta novela. Simplemente escribo una novela que trata sobre una vida imaginaria (y perfecta :P) con Justin (bueno ya os habréis dado cuenta pero es para dejarlo claro xD) Por ejemplo en mi novela Justin sigue teniendo 16 años, su antiguo corte de pelo etc etc Oks? 
Bueno eso es todo! Que disfrutéis del cap!
Os quiierooooo (L


_______________________________________



Note mi móvil vibrar en el bolsillo de mi pantalón. Estaba tan cansado y adormilado que casi me asuste. Me aparte de (Tu nombre), que dormía profundamente junto a mí, con cuidado y descolgué el teléfono, sentándome en la cama mientras que observaba su rostro, tan perfecto y cautivador como siempre.

-¿Diga? –ni siquiera me moleste en mirar quien me llamaba.

-Hijo ¿Dónde estás? –dijo una voz preocupada al otro lado de la línea.

En ese momento mire a mí alrededor buscando un reloj hasta toparme con el que se encontraba en la mesilla de noche al lado de la cama que marcaba las 11h30 de la noche. “¡Mierda!” –pensé.
Al quedarme medio dormido ni siquiera fue consciente de todo el tiempo transcurrido mientras me encontraba aquí. Mi madre se había inquietado por mi repentina ausencia.

-Mama, tranquila. Estoy en casa de (Tu nombre).

-Aaah vale… -parecía más relajada.- Pero vuelve ya para casa, es tarde y además mañana ella tiene que ir a clase.

-Está bien… -suspire profundamente y seguidamente colgué con desgana.

Estaba claro que prefería mil veces más pasar la noche o al menos un rato más aquí que en mi casa. Bueno en realidad prefería estar aquí antes que en cualquier otro sitio, por muy estupendo y maravilloso que fuese. No había lugar mejor que donde se encontrara esta belleza.
Pero por mucho que deseara aquello, no me quedaba otra alternativa más que volver a mi casa.

Me debatí entre la posibilidad de irme sin despertarla o de avisarla de que me marchaba. Y al final opte por la segunda opción,  seguro que así no se sentiría desconcertada al despertarse y lo sabría.

-Eyy preciosa. –la susurre al oído con cuidado mientras me terminaba de levantar de la cama. Ella abrió los ojos perezosamente unos segundos, me sonrió y volvió a echar la cabeza a un lado cerrando los ojos de nuevo, ni siquiera estaba seguro de si estaba despierta o aun dormida.- me tengo que ir shawty. –termine diciéndola y me acerque despacio a su mejilla para darla un beso de buenas noches. Pero ella rápidamente se incorporó rodeando sus brazos en mi cuello y me estrecho contra ella con intensidad, ahora sí que no quería separarme de ella. Después acabo dándome un ligero beso en los labios que, como siempre, me dejo con ganas de más.   

-Te quiero… -musitó ella con un tono de voz muy bajo y aun somnoliento y después profirió a soltarme y tumbarse de nuevo en la cama para volverse a dormir.

-Yo también pequeña, no sabes cuánto. –dije mientras, al mismo tiempo, le colocaba un mechón de pelo suelo detrás de la oreja.

Y seguidamente volví a mi casa.

NARRAS TU:

Lunes, Martes, Miércoles, Jueves… Todos esos días pasaron muy rápido. Algunos de ellos fueron muy aburridos y otros no tanto pero el caso es que enseguida el Viernes se presentó delante de mis narices.
En toda la semana no pude ver a Justin, y la verdad es que su ausencia me afectaba. Al menos todos y cada uno de los días estuvimos hablando por teléfono, durante horas. Y así como mínimo podíamos pasar algo de tiempos juntos aunque tuviésemos que hacerlo a través del teléfono.

Uno de esos días quede con Jason. Habíamos prometido vernos y así fue. No hicimos nada en especial pero eso sí, fue de las mejores salidas de amigos que había tenido hasta ahora. Jason era realmente divertido. Y cuando a veces me reía a carcajadas hasta más no poder, hasta que me dolía la tripa y no pudiera aguantar más, creía que era incluso demasiado gracioso.
Simplemente paseamos, dando una vuelta por los alrededores del pueblo, parando en algunas tiendas curiosas y yendo a una antigua heladería que él conocía bien y que me enamoro con lo detallada y fabulosa que era.
Aparte de que también en ese tiempo se convirtió en un gran amigo para mí. Él era esa clase de persona con la que no necesitas pasar mucho tiempo para saber que es una buena persona, y que puedes confiar en él. Él era la clase de persona, sincera y autentica, en la que sabes desde el primer momento que si alguna vez llegáis a tener alguna clase de amistad podrás confiar en él plenamente.
Desde luego era un amigo que valía la pena tener.


Pero ahora que por fin era Viernes, pensaba disfrutarlo con mis otros amigos a los que hacía una semana que no veía.
El plan de hoy al parecer iba a ser la fabulosa idea de Carol y Ryan de ir a la playa. Ya que hoy el sol brillaba con mas esplendor que nunca, y un bañito, a pesar de que todavía era primavera, era lo mejor que podíamos hacer.


En cuanto el timbre sonó baje las escaleras volando y abrí la puerta:


-¿Estas lista? -dijo muy sonriente Carol.


-Claro vamos!


Como siempre mi amiga había puesto mucho interés en la ropa que llevaría a aquella excursión a la playa.
Yo había optado por un conjunto mas sencillo:










Ryan nos recogió a todos en la furgoneta que su padre le había prestado, un volkswagen algo hippie de los 80:








-Wooow! Ryan menuda furgoneta. -exclame al verla. Todos los chicos estaban ya dentro, solo faltábamos nosotras por subir y partiríamos hacía nuestro destino. 


-¿Enserio piensas llevarnos en esa cosa? -se quejo Carol mientras subíamos y nos sentabamos al lado de nuestros amigos.


-¿Que mas quieres? Es la única forma con la que podamos caber todos en un vehículo. A no ser que quieras quedarte en tierra. -le reprocho Ryan.


-No, no quiero. Gracias. -y después hizo resaltar una sonrisita irónica.


-Aaah vale. Pues venga. ¡En marcha! -exclamo lleno de felicidad él.


La verdad es que a mi, aquel cacharro viejo, me gustaba. Y me daba la impresión de que a los demás también. Me parecía guay que su padre hubiese conservado algo así.


Tardamos casi una hora hasta llegar allí ya que, a pesar de ser la playa mas cercana, se encontraba a varios kilómetros.


En cuanto llegamos y Ryan aparco pude observar que era un sitio precioso y debo reconocer que me cautivo lo suficiente como para verme atraída incondicionalmente por él. 






Los chicos salieron de la furgoneta fugazmente y, mientras que corrían a gran velocidad hacia la orilla del mar, soltaron sus cosas de cualquier manera en la arena.
Al mismo tiempo yo avanzaba lentamente, siguiéndolos de lejos. No se que pretendían pero desde luego yo no pensaba ni acercarme a esa agua congelada. En esta época del año, por mucho calor que hiciera, no llegaría a alcanzar los grados suficientes como para poder meterse en ella.


Unos segundos después pude observar como los demás salían corriendo en sentido contrario a la orilla, despavoridos. Al parecer mis sospechas habían sido acertadas.


-¿Que tal esta el agua chicos? -pregunte en un tono irónico y burlón.


-Muy fría. -contesto Sofi mientras le daba un escalofrió.


Reí ligeramente con aire de superioridad al ser la única persona NO ingenua del grupo.


Después de aquello ninguno volvió a acercarse al agua, por el momento. Estuvimos varias horas jugando a juegos estúpidos con música alta mientras disfrutábamos del maravilloso sol. Cantamos canciones conocidas, antiguas, ridículas... bailamos a lo loco, nos tiramos y revolcamos por la arena provocando mini peleas entre nosotros. Y cualquier cosa más que se nos pasase por la mente. Total estábamos solos en aquel lugar, la playa estaba desierta.


Sobre las 6h30 de la tarde una especie de oleada de calor se abalanzo sobre nosotros de un modo arrollador, y teniendo en cuenta todo el movimiento y ejercicio que hace tan solo unos minutos habíamos estado ejerciendo, el calor era casi insoportable. 


Mientras Jeydon y yo reposábamos tranquilamente en las toallas colocadas en el suelo, los demás, a pesar de las bajas temperaturas del agua decidieron darse un chapuzon. Los chicos se quitaron las camisetas y tengo que reconocer que algún que otro torso llamo mi atención pero nada comparado con la atracción que sentía hacia el escultural cuerpo de Justin, ese si que me hipnotizaba y me hacía enrojecer de forma estúpida.


-Eh! ¿No os vais a meter?! -gritó Chris desde el agua mientras Justin le perseguía jugando.


-No! -le contestó Jeydon igualmente gritando y seguidamente me miró para intentar averiguar mi respuesta. Y al ver mi cara de: "Ahora no me apetece" prosiguió a decir:


-Estamos bien, tranquilos.


Después de casi cinco minutos, mientras que junto a Jeydon les observaba nadando y jugando con el agua, Justin y Ryan se acercaron a nosotros. Completamente empapados y con la piel helada, se encontraban justo en frente de mi cuando me cogieron los dos en brazos y con ropa por cierto, para tirarme al agua y obligarme a bañarme. 


-No, no Justin por favor. -le suplique mientras me debatía con fuerza para soltarme de las ataduras que me impedían tanto moverme como escapar.


-Ni hablar! -soltó una risotada mientras me agarraba aun mas fuerte.- Tu te vas a bañar, igual que los demás.


-No te pensamos soltar. -concluyo Ryan de forma divertida.


-Chicos enserio! No quiero mojarme. ¡Esta fría el agua! -me queje como si fuera una niña pequeña pero la verdad es que no quería ni acercarme a la orilla.


Cuando ya estábamos cerca, haciendo caso omiso a mis plegarias y quejas incesantes, Justin me cogió como a un saco de patatas, sobre su hombro y sujetándome por las piernas se adentro en el congelado mar de color azul grisáceo.


Algunas gotas me salpicaron:


-Aaah! Justin esta helada! ¡Sueltame! -le empujaba y "pegaba" con más fuerza aún.


-Esta bien... como usted desee. -y seguidamente me soltó, dejándome caer.


Me levanté deprisa, la verdad es que sentía frió pero no tanto como me había imaginado. Mi ropa, ahora empapada, se apretaba contra mi cuerpo y marcaba mis curvas, haciendo que me avergonzara ligeramente. De todas formas en cuando fui capaz de apartarme el pelo de la cara y devisar a Justin, me lance contra él cual tigresa.
Le perseguí de un lado al otro y los dos no parábamos de pelearnos, lanzarnos agua, y empujarnos cariñosamente. Y a cada oportunidad que tenía me abrazaba y se pegaba a mi, acortando todo lo posible las distancias pero sin llamar la atención sobre los demás. A pesar de todo me lo estaba pasando muy bien.






Estuvimos casi dos horas en el agua, riendo y haciendo estupideces. Ademas Jeydon decidió unirse igualmente, cosa que hizo mejorar aún más el panorama.
En cuanto volvimos a las toallas a secarnos, ya que el calor había estado desapareciendo poco a poco, pusimos música de nuevo y nos limitamos a hablar de cosas sin sentido, únicamente que nos hacían gracia.




CONTINUARA

1 comentario: