Páginas

sábado, 19 de noviembre de 2011

29º Capitulo- ¿Que me esta pasando?

We je je! Chicas tengo una buena noticia xD Esta noche voy a subir otro capitulo aparte del que subo ahora.
Sabes una cosa? Ayer fui a ver el estreno de Amanecer!!! Y llore como una niña xD Es que fue demasiado bonito y espero que valláis a verla vosotras también. 
Bueno que disfrutéis del capitulo! 
Os quiero, muchos besitos.


_________________________________






Las risas inundaban aquella solitaria y silenciosa playa. Mis amigos, retorciéndose en el suelo, bromeaban sobre la extraña historia que Chris acababa de contar hacia apenas unos segundos.


Hubiese seguido riendo a carcajadas de no ser por mi móvil, que empezó a sonar en mi mochila. Me aleje de los demás para poder oír bien, ya que era mi madre la que llamaba.


Una vez dejado atrás todo el barullo descolgué el teléfono:


-Hola Mama.


-¿Que tal cariño?  ¿Donde estas? -me pregunto.


-En la playa, creí que te lo había dicho antes. -dije pensativa, intentando recordar.


-Si, pero quería saber si seguías allí.


-Si pero no tardare en volver.


-Esta bien. Por cierto ¿tienes algún plan para el sábado? -pregunto y me quede pensando unos segundos.


La fiesta de Nick! Bueno... la fiesta a la que Nick me había invitado como acompañante. Casi se me olvida.


-Si! -contesté con demasiada intensidad.- Nick me invito a una fiesta.


-Aaah vale... es que pensaba organizar una cena con unos amigos en casa, pero si no puedes lo dejamos para otro día.


-Si mama, eso sería genial. Gracias.


-De nada cariño. -se oyeron voces de fondo detrás del teléfono de mi madre y ella suspiro.- Tu padre me esta llamando... estamos arreglando la caseta que hay en el jardín sabes? Y nos queda mucho por hacer aún.


-Esta bien, que os valla bien. Cuando pueda iré a ayudar. -propuse y seguidamente mi madre se despidió y colgó.


Aquella conversación que me hizo recordar la cita amistosa pendiente que tenía con Nick, causo varias dudas y preguntas en mi cabeza sobre como Justin, después de lo que paso con Nick la ultima vez, se iba a tomar todo este asunto.


Me disponía a volver junto a mis amigos pero justo cuando me dí la vuelta para poder observarlos otra vez aquel mareó broto y se extendió por mi cabeza haciendo, rápidamente, que no pudiera mantenerme ni un segundo mas de pie y cayera al suelo sobre la blanda superficie.
Mis manos apretaban y sujetaban mi frente con fuerza, agarrotadas, intentando que el dolor y la angustia que permanecían persistentes, se desvanecieran de cualquier modo.
Pero en lugar de conseguir alguna mejora, como tanto desesperadamente deseaba, solo empeoro. Mis ojos se sumieron en la oscuridad, dejándome completamente aislada de aquella playa, de aquel atardecer... 
Y por un momento me dio la impresión de apenas poder respirar. Todo esto me asustaba tanto. Quería que terminase con todas mis fuerzas.






Pero gracias a Dios después de unos agónicos segundos todo volvió a la normalidad y me dio la impresión de que esos minutos, que parecían siglos, nunca hubiesen existido. 
La luz del sol, que desaparecía lentamente detrás de la liña del horizonte, ilumino mi vista. Y a pesar de sentirme mejor no pude reprimir las nauseas que sentía en esos momentos por el gran malestar que me invadía.


Tragué saliva repetidas veces y recobre la compostura obligándome a estar tranquila, no quería que nadie se preocupara. Volví a mi sitio junto a los demás aún algo tambaleante y respiré aire fresco para conseguir sentirme mejor.
No quise ni pensar, ni recordar, ni preocuparme de aquello. Ahora solo quería disfrutar este momento junto a mis amigos, no quería que otro estúpido mareo estropeara nada. 


Lo poco que quedaba de tarde se consumió en un abrir y cerrar de ojos y enseguida volvimos a nuestras respectivas casas. Justin se bajo conmigo y dejando la furgoneta de Ryan atrás aproveche para comentarle lo que haría mañana por la noche ya que tarde o temprano se enteraría y prefería decírselo yo misma: 


-Justin tengo que decirte una cosa. -comencé diciendo sin saber muy bien como continuar.- pero temo que te enfades... -proseguí intentando que su reacción no fuese tan negativa y se apiadara de mi.


El sonrío tiernamente mirándome directamente a los ojos, infundandome confianza. Me sujeto la mano con suavidad y dijo:


-No me voy a enfadar... ¿que pasa? -habló con tal dulzura que por un momento llegue a creer que de verdad no se enfadaría pero sabía perfectamente que lo haría en cuanto supiese de que se trataba.


-Nick me ha invitado a una fiesta mañana por la noche. -trague silaba para después continuar lo mas rápido posible.- y voy a ir. -dije estas ultimas palabras de modo inseguro y deseando con gran intensidad que su reacción no fuese tan rotundamente negativa y celosa.


Baje la cabeza instintivamente ya que la única respuesta que obtuve fue silencio. Justin dejo caer mi mano, dejándola de sujetar. Y al volver a mirarle a la cara pude observar que su enfado era patente.
Su mandíbula se contrajo con fuerza, apretando los dientes. Como siempre solía hacer nada más mencionarle a Nick. Sus manos querían cerrarse en puños pero pude percibir como se esforzaba por mantener por mantener la calma.


-¿De verdad vas a ir con él? -definitivamente se notaba su enfado. Escupía las palabras como si le diesen asco.


-Justin... -intente mostrarme amable y delicada. Explicarle todo bien para que no se enojara mas de lo que ya estaba.- Es una cita como amigos, me ha invitado como acompañante. Me lo ha pedido y él es mi amigo. Es un favor y no le voy a decir que no. Enserio Justin no tienes de que preocuparte.


Reacciono con una sonrisa irónica, sacudiendo la cabeza en forma de negación, incluso antes de que terminase de hablar.


-Claro... Tampoco me tengo que preocupar por que te bese no? Igual que la "cita amistosa" que tuviste la otra vez con él. Al parecer no iba a pasar nada y mira como acabó al final.


Tenía razón, la ultima vez Nick acabó besándome y Justin terriblemente enfadado con él. Sabía que, si ya se llevaba mal con él antes, ahora aun más. Por eso intentaba tener cuidado con las explicaciones.


-Justin se perfectamente como acabo pero ahora todo es diferente. Él sabe perfectamente que tengo novio y no intentare nada. Se que no te fías de él Justin pero yo si. -me estaba empezando a poner nerviosa pero conserve la compostura y me mantuve lo más serena posible.


-No me gusta nada ese tío. -soltó y en sus palabras el desprecio y el odio estaban presentes.


-Justin no quiero que estés así con él. Entiendo que te preocupes pero dale una oportunidad, para que sea mi amigo. -estaba casi suplicándole. Ahora estábamos mas distantes pero pude notar que a él aquello no le agradaba.


Sabía que no necesitaba el permiso de nadie, ni siquiera el de Justin para salir con una persona. Pero realmente eso no era lo que estaba haciendo. Lo único que quería evitar es que Justin se irritara cada vez que pasase tiempo con Nick, solo quería que confiase en mi y que estuviera tranquilo para evitar cualquier tipo de preocupaciones o problemas sobre este tema.


-Esta bien... -acabo diciendo mientras dejaba caer los hombros notoriamente en forma de derrota. Aunque no parecía muy persuadido de sus palabras.- Pero ten cuidado, sigo sin fiar de él. -acto seguido se relajo y volvió a recobrar su afectiva actitud.


Me acerque feliz a él por su aprobación. En cuanto estuvimos a centímetros me cogió de las manos con su típica sonrisa juguetona que tanto me turbaba. Y antes de poder darme cuenta ya me había sonrojado y el corazón me latía a mil.
Tiró de mi hacia él y me beso suavemente, mientras sonreía de forma cariñosa. Me estrecho contra el y me rodeo lentamente la cadera con sus fornidos brazos.






Me sentía tan bien, tan cómoda y confortable cuando estaba cerca de el, entre sus brazos. Podríamos estar en el peor y mas desagradable lugar del mundo y aun así sentirme mejor que en ninguna otra parte.
Seguidamente le abrace mostrandole el infinito amor que sentía por él.


Después de separarnos, me despedí de él y seguidamente me dirigí a mi casa.




CONTINUARA

jueves, 17 de noviembre de 2011

28º Capitulo- Excursión a la playa.

Hello! Que tal lectoras? Yo GENIAL, ya que hace un par de dias ¡vino Justin a España! Y si no he podido subir capitulo es porque estaba muy ocupada persiguiéndole, llorando por él, buscando información etc etc Bueno ya lo sabéis perfectamente, cosas de Beliebers xD   
Muchisimas gracias por los coments, me encanta saber que a varias personas les gusta mi novela, eso siempre me sube el animo chicas :D
Y me gustaría haceros una pequeña aclaración:
Esta novela no va al mismo tiempo que la vida real, osea que los sucesos que le están pasando a Justin en este momento no tiene que ver, ni van sincronizados con esta novela. Simplemente escribo una novela que trata sobre una vida imaginaria (y perfecta :P) con Justin (bueno ya os habréis dado cuenta pero es para dejarlo claro xD) Por ejemplo en mi novela Justin sigue teniendo 16 años, su antiguo corte de pelo etc etc Oks? 
Bueno eso es todo! Que disfrutéis del cap!
Os quiierooooo (L


_______________________________________



Note mi móvil vibrar en el bolsillo de mi pantalón. Estaba tan cansado y adormilado que casi me asuste. Me aparte de (Tu nombre), que dormía profundamente junto a mí, con cuidado y descolgué el teléfono, sentándome en la cama mientras que observaba su rostro, tan perfecto y cautivador como siempre.

-¿Diga? –ni siquiera me moleste en mirar quien me llamaba.

-Hijo ¿Dónde estás? –dijo una voz preocupada al otro lado de la línea.

En ese momento mire a mí alrededor buscando un reloj hasta toparme con el que se encontraba en la mesilla de noche al lado de la cama que marcaba las 11h30 de la noche. “¡Mierda!” –pensé.
Al quedarme medio dormido ni siquiera fue consciente de todo el tiempo transcurrido mientras me encontraba aquí. Mi madre se había inquietado por mi repentina ausencia.

-Mama, tranquila. Estoy en casa de (Tu nombre).

-Aaah vale… -parecía más relajada.- Pero vuelve ya para casa, es tarde y además mañana ella tiene que ir a clase.

-Está bien… -suspire profundamente y seguidamente colgué con desgana.

Estaba claro que prefería mil veces más pasar la noche o al menos un rato más aquí que en mi casa. Bueno en realidad prefería estar aquí antes que en cualquier otro sitio, por muy estupendo y maravilloso que fuese. No había lugar mejor que donde se encontrara esta belleza.
Pero por mucho que deseara aquello, no me quedaba otra alternativa más que volver a mi casa.

Me debatí entre la posibilidad de irme sin despertarla o de avisarla de que me marchaba. Y al final opte por la segunda opción,  seguro que así no se sentiría desconcertada al despertarse y lo sabría.

-Eyy preciosa. –la susurre al oído con cuidado mientras me terminaba de levantar de la cama. Ella abrió los ojos perezosamente unos segundos, me sonrió y volvió a echar la cabeza a un lado cerrando los ojos de nuevo, ni siquiera estaba seguro de si estaba despierta o aun dormida.- me tengo que ir shawty. –termine diciéndola y me acerque despacio a su mejilla para darla un beso de buenas noches. Pero ella rápidamente se incorporó rodeando sus brazos en mi cuello y me estrecho contra ella con intensidad, ahora sí que no quería separarme de ella. Después acabo dándome un ligero beso en los labios que, como siempre, me dejo con ganas de más.   

-Te quiero… -musitó ella con un tono de voz muy bajo y aun somnoliento y después profirió a soltarme y tumbarse de nuevo en la cama para volverse a dormir.

-Yo también pequeña, no sabes cuánto. –dije mientras, al mismo tiempo, le colocaba un mechón de pelo suelo detrás de la oreja.

Y seguidamente volví a mi casa.

NARRAS TU:

Lunes, Martes, Miércoles, Jueves… Todos esos días pasaron muy rápido. Algunos de ellos fueron muy aburridos y otros no tanto pero el caso es que enseguida el Viernes se presentó delante de mis narices.
En toda la semana no pude ver a Justin, y la verdad es que su ausencia me afectaba. Al menos todos y cada uno de los días estuvimos hablando por teléfono, durante horas. Y así como mínimo podíamos pasar algo de tiempos juntos aunque tuviésemos que hacerlo a través del teléfono.

Uno de esos días quede con Jason. Habíamos prometido vernos y así fue. No hicimos nada en especial pero eso sí, fue de las mejores salidas de amigos que había tenido hasta ahora. Jason era realmente divertido. Y cuando a veces me reía a carcajadas hasta más no poder, hasta que me dolía la tripa y no pudiera aguantar más, creía que era incluso demasiado gracioso.
Simplemente paseamos, dando una vuelta por los alrededores del pueblo, parando en algunas tiendas curiosas y yendo a una antigua heladería que él conocía bien y que me enamoro con lo detallada y fabulosa que era.
Aparte de que también en ese tiempo se convirtió en un gran amigo para mí. Él era esa clase de persona con la que no necesitas pasar mucho tiempo para saber que es una buena persona, y que puedes confiar en él. Él era la clase de persona, sincera y autentica, en la que sabes desde el primer momento que si alguna vez llegáis a tener alguna clase de amistad podrás confiar en él plenamente.
Desde luego era un amigo que valía la pena tener.


Pero ahora que por fin era Viernes, pensaba disfrutarlo con mis otros amigos a los que hacía una semana que no veía.
El plan de hoy al parecer iba a ser la fabulosa idea de Carol y Ryan de ir a la playa. Ya que hoy el sol brillaba con mas esplendor que nunca, y un bañito, a pesar de que todavía era primavera, era lo mejor que podíamos hacer.


En cuanto el timbre sonó baje las escaleras volando y abrí la puerta:


-¿Estas lista? -dijo muy sonriente Carol.


-Claro vamos!


Como siempre mi amiga había puesto mucho interés en la ropa que llevaría a aquella excursión a la playa.
Yo había optado por un conjunto mas sencillo:










Ryan nos recogió a todos en la furgoneta que su padre le había prestado, un volkswagen algo hippie de los 80:








-Wooow! Ryan menuda furgoneta. -exclame al verla. Todos los chicos estaban ya dentro, solo faltábamos nosotras por subir y partiríamos hacía nuestro destino. 


-¿Enserio piensas llevarnos en esa cosa? -se quejo Carol mientras subíamos y nos sentabamos al lado de nuestros amigos.


-¿Que mas quieres? Es la única forma con la que podamos caber todos en un vehículo. A no ser que quieras quedarte en tierra. -le reprocho Ryan.


-No, no quiero. Gracias. -y después hizo resaltar una sonrisita irónica.


-Aaah vale. Pues venga. ¡En marcha! -exclamo lleno de felicidad él.


La verdad es que a mi, aquel cacharro viejo, me gustaba. Y me daba la impresión de que a los demás también. Me parecía guay que su padre hubiese conservado algo así.


Tardamos casi una hora hasta llegar allí ya que, a pesar de ser la playa mas cercana, se encontraba a varios kilómetros.


En cuanto llegamos y Ryan aparco pude observar que era un sitio precioso y debo reconocer que me cautivo lo suficiente como para verme atraída incondicionalmente por él. 






Los chicos salieron de la furgoneta fugazmente y, mientras que corrían a gran velocidad hacia la orilla del mar, soltaron sus cosas de cualquier manera en la arena.
Al mismo tiempo yo avanzaba lentamente, siguiéndolos de lejos. No se que pretendían pero desde luego yo no pensaba ni acercarme a esa agua congelada. En esta época del año, por mucho calor que hiciera, no llegaría a alcanzar los grados suficientes como para poder meterse en ella.


Unos segundos después pude observar como los demás salían corriendo en sentido contrario a la orilla, despavoridos. Al parecer mis sospechas habían sido acertadas.


-¿Que tal esta el agua chicos? -pregunte en un tono irónico y burlón.


-Muy fría. -contesto Sofi mientras le daba un escalofrió.


Reí ligeramente con aire de superioridad al ser la única persona NO ingenua del grupo.


Después de aquello ninguno volvió a acercarse al agua, por el momento. Estuvimos varias horas jugando a juegos estúpidos con música alta mientras disfrutábamos del maravilloso sol. Cantamos canciones conocidas, antiguas, ridículas... bailamos a lo loco, nos tiramos y revolcamos por la arena provocando mini peleas entre nosotros. Y cualquier cosa más que se nos pasase por la mente. Total estábamos solos en aquel lugar, la playa estaba desierta.


Sobre las 6h30 de la tarde una especie de oleada de calor se abalanzo sobre nosotros de un modo arrollador, y teniendo en cuenta todo el movimiento y ejercicio que hace tan solo unos minutos habíamos estado ejerciendo, el calor era casi insoportable. 


Mientras Jeydon y yo reposábamos tranquilamente en las toallas colocadas en el suelo, los demás, a pesar de las bajas temperaturas del agua decidieron darse un chapuzon. Los chicos se quitaron las camisetas y tengo que reconocer que algún que otro torso llamo mi atención pero nada comparado con la atracción que sentía hacia el escultural cuerpo de Justin, ese si que me hipnotizaba y me hacía enrojecer de forma estúpida.


-Eh! ¿No os vais a meter?! -gritó Chris desde el agua mientras Justin le perseguía jugando.


-No! -le contestó Jeydon igualmente gritando y seguidamente me miró para intentar averiguar mi respuesta. Y al ver mi cara de: "Ahora no me apetece" prosiguió a decir:


-Estamos bien, tranquilos.


Después de casi cinco minutos, mientras que junto a Jeydon les observaba nadando y jugando con el agua, Justin y Ryan se acercaron a nosotros. Completamente empapados y con la piel helada, se encontraban justo en frente de mi cuando me cogieron los dos en brazos y con ropa por cierto, para tirarme al agua y obligarme a bañarme. 


-No, no Justin por favor. -le suplique mientras me debatía con fuerza para soltarme de las ataduras que me impedían tanto moverme como escapar.


-Ni hablar! -soltó una risotada mientras me agarraba aun mas fuerte.- Tu te vas a bañar, igual que los demás.


-No te pensamos soltar. -concluyo Ryan de forma divertida.


-Chicos enserio! No quiero mojarme. ¡Esta fría el agua! -me queje como si fuera una niña pequeña pero la verdad es que no quería ni acercarme a la orilla.


Cuando ya estábamos cerca, haciendo caso omiso a mis plegarias y quejas incesantes, Justin me cogió como a un saco de patatas, sobre su hombro y sujetándome por las piernas se adentro en el congelado mar de color azul grisáceo.


Algunas gotas me salpicaron:


-Aaah! Justin esta helada! ¡Sueltame! -le empujaba y "pegaba" con más fuerza aún.


-Esta bien... como usted desee. -y seguidamente me soltó, dejándome caer.


Me levanté deprisa, la verdad es que sentía frió pero no tanto como me había imaginado. Mi ropa, ahora empapada, se apretaba contra mi cuerpo y marcaba mis curvas, haciendo que me avergonzara ligeramente. De todas formas en cuando fui capaz de apartarme el pelo de la cara y devisar a Justin, me lance contra él cual tigresa.
Le perseguí de un lado al otro y los dos no parábamos de pelearnos, lanzarnos agua, y empujarnos cariñosamente. Y a cada oportunidad que tenía me abrazaba y se pegaba a mi, acortando todo lo posible las distancias pero sin llamar la atención sobre los demás. A pesar de todo me lo estaba pasando muy bien.






Estuvimos casi dos horas en el agua, riendo y haciendo estupideces. Ademas Jeydon decidió unirse igualmente, cosa que hizo mejorar aún más el panorama.
En cuanto volvimos a las toallas a secarnos, ya que el calor había estado desapareciendo poco a poco, pusimos música de nuevo y nos limitamos a hablar de cosas sin sentido, únicamente que nos hacían gracia.




CONTINUARA

miércoles, 9 de noviembre de 2011

27º Capitulo- Ángel de la guarda.

Nuevo capitulo chicas! Espero que os guste, ademas como el anterior fue un poco corto este lo he hecho mas largo para compensar. La verdad es que estoy muy contenta porque ahora estoy subiendo mas a menudo. :)
Bueno chicas muchas gracias por vuestros comentarios en especial a TishuNove ♥, muchas gracias y me alegro de que te guste mi novela ;)
Bueno chicas muchisisimos besos! Os quiieroooo! Y subire pronto I pormiss


__________________________________




-Eh! ¿Estas bien?! -dijo la voz aun alarmada de Jason que estaba sujetándome con fuerza. Su mirada de observaba atentamente con preocupación, su ceño fruncido se mantenía intacto.


Me erguí con cuidado y me atreví a respirar con normalidad, al ver que ya no tenía dificultades en hacerlo comprendí que ya estaba bien, o al menos en parte.
Mire a mi alrededor y pude constatar que aunque me hubiera parecido que toda esta "crisis" había durado horas, en realidad apenas habían transcurrido escasos minutos, todo seguía igual.


-Creo... creo que si. -dije vacilante y con voz temblorosa. No estaba segura.


-Pero... pero... tu... -Jason se trababa cada dos por tres, al parecer si que se había asustado. Su mirada horrorizada aun no había desaparecido por completo y me sentí culpable. Vale que fuera razón para preocuparse, esto que acababa de pasarme no era normal pero tampoco quería que Jason se sintiera de aquella manera, tan inquieto y alarmado.


-Jason tu... -hice una pausa. No sabía muy bien que decirle para tranquilizarle.- estate tranquilo. -acabe diciendo. No era mucho pero mejor que nada.


-Pero (Tu nombre).. ¿que ha pasado? ¿te encuentras bien? ¿necesitas ir al hospital? -pregunto sin ni siquiera hacer una pausa para tomas aire.


Puede que me hubiese recuperado pero aun no me sentía bien del todo, ni mucho menos. Y lo ultimo que necesitaba era que me bombardearan con preguntas que ni siquiera yo era capaz de responder.
Solo conteste con un débil: "quiero ir a mi casa" apenas audible. Y Jason sin mas dilemas me llevo a donde deseaba. Una vez allí le hice pasar y le explique lo poco que sabía.


Sentados en el sofá le susurre por décima vez:


-No necesito ir al hospital, seguro que no es nada.


-(Tu nombre) ya has visto lo que ha pasado en el parque. ¡Eso no es normal! -dije subiendo el tono pero aun así susurrando.


-Shh! Jason baja la voz. Nos van a oír. -y eso era justamente la razón por la que habíamos estado hablando entre susurros desde que llegamos a casa, lo ultimo que deseaba era que mis padres se pusieran como locos, delirando por unos cuantos mareos que no significaban nada.


-Esta bien... -dijo rindiéndose al final, aunque no parecía nada convencido.- pero prométeme que tendrás cuidado con todo esto. -no sabía como podía andarme con cuidado con una cosa así pero de todas maneras se lo prometí.


Después de aquella pequeña charla mi amigo volvió a su casa y yo subí directamente a mi cuarto, después de darles las buenas noches a mis padres, y me tumbe en la cama, poniéndome el pijama de mala manera. Prácticamente al segundo me dormí aun con un poco de dolor de cabeza, sin ducharme, sin cenar, sin pensar en nada...




-Ahhh! -me incorpore en la cama con un brinco, sobresaltada por el estrepitoso ruido que profería mi despertador cada mañana, para anunciar un nuevo día de instituto. "La mejor manera de despertarse!" -pensé irónicamente.
Y, a pesar de lo mal que me encontraba ayer por la noche, esta mañana había amanecido fresca como una rosa. También debido a que había dormido un par de horas de lo normal.
Ahora si que me encontraba bien del todo.




El resto del día no fue tan aburrido como de costumbre. Me encontraba verdaderamente genial, más feliz y energética cosa que me sorprendió al ser Lunes. Lo pase muy bien junto a Jeydon, ademas hoy la mayoría de las clases me tocaban con él y eso hizo que mi animo aumentara.


A la salida del instituto, cuando las clases finalizaron, tenia dos cosas pendientes esta tarde: la primera era hacer un trabajo de literatura con Jey en la biblioteca. Y la segunda ver a Justin por la tarde.


Jeydon y yo pasamos casi 3 horas elaborando el duro, complicado y largo trabajo que parecía nunca acabar. Este trimestre necesitaba sacar buenas notas o de lo contrario me castigarían de por vida ya que mis anteriores calificaciones no habían sido las mas apropiadas y al gusto de mis padres digamos.


Una vez el trabajo acabado Jey tuvo que irse con su madre a ayudarla a hacer la compra y yo estuve obligada a volver sola a casa. No me apetecía andar pero no me quedaba otra.
Un frió algo gélido, no propio en esta época del año, soplaba echando mi cabello hacía atrás con fuerza, casi era de noche cosa que me hizo sentir aun mas frió. Agarre el cuello de mi chaqueta y me encargue de que estuviera bien cerrada para que ninguna partícula de aire se colara por alguna casual abertura.
Anduve rápido para llegar cuanto antes a mi casa y poder ver a Justin, el mejor acontecimiento de hoy. Bueno en realidad el mejor acontecimiento de cualquier día.
La verdad es que en un abrir y cerrar de ojos me situaba muy cerca de mi casa, casi a la vuelta de la esquina.


Me encontraba ensimismada en mis pensamientos cuando un fornido brazo me agarro con fuerza e hizo darme la vuelta en un movimiento brusco y demasiado rápido que me hizo perder momentáneamente el equilibrio.
En un principio me cogió por sorpresa pero al ver de quien se trataba no me pareció tan raro.


-¿Otra vez tu preciosa? -musitó Marc con una sonrisa burlona. Apestaba a alcohol, mucho mas que de costumbre. Era realmente repugnante y casi tuve que contener el aliento.


En esta ocasión sentía miedo, por supuesto que si, siempre me sentía aterrorizada en su presencia pero esta vez fue distinto. Era como si en sus ojos aquella mirada se hubiese vuelto mas negra que de costumbre, mas oscura y aterradora. Impasible al igual que tenebrosa.


Me estaba haciendo daño, mucho. Su mano seguía aferrada a mi brazo con tal fuerza que me daba la impresión de que la sangre había dejado de circularme por esa zona. Estaba tan conmocionada a causa de la situación por la que estaba pasando que a pesar de mis terribles ganas de llorar era incapaz de hacerlo. Mis ojos solo estaban abiertos como platos mirando con miedo y suplica a mi agresor que por la expresión de su rostro era inmune a mis suplicas y parecía que todo aquello únicamente le divertía, era un juego para él.

-¡Suéltame! –pero por más que intentara que mi voz sonara como si se tratara de una orden parecía más bien que me estaba arrastrando como un perro que implora no ser pegado.

No me contesto y por lo que observe no parecía estar dispuesto a hacerlo. Fue cuando me di cuenta que ya era demasiado tarde, había despertado algo en el que le excitaba, le divertía y le gustaba y no pararía hasta conseguir lo que deseaba.

Me acerco más a él de un modo brusco y me pego contra su marcado y fornido cuerpo. Estaba a punto de empezar a pedir ayuda, a gritar con todas mis fuerzas a pesar del miedo que tenia de que las palabras se quedaran atascadas en mi garganta y mi voz desapareciera. Eso sería lo peor que podría pasarme en estos momentos, Marc buscaría cualquier modo de sacarme de allí, alejarme de la gente, y llevarme a algún sitio donde nadie fuera capaz de oírnos.
Me sacudió con fuerza haciendo que le mirara a la cara y acerco su rostro al mío. Solo pude pensar: “Que ser más repugnante y odioso” cuando musito como si nada:

-Vamos a jugar a un juego ¿te parece? –con una sonrisa pícara en los labios, mientras mostraba sus descuidados dientes.

“Ya está…” -pensé, no va a parar por más que lo intente evitar. Se ha propuesto algo y lo va a cumplir.

-Que te crees que haces! –sonó una voz masculina muy imponente justo a nuestro lado, a unos cuantos pasos de nosotros.

Ni siquiera nos habíamos percatado de su presencia. Estábamos tan metidos en aquel forcejeo que ni siquiera me había inmutado de que alguien se aproximaba.
Gire la cabeza con brusquedad mirando a aquella persona, que para mí, a pesar de estar aún apresada, era mi ángel salvador.

-Justin! –dije elevando demasiado la voz.

Marc me miro con curiosidad, al parecer le interesaba saber quién era o dejaba de ser importante para mí.
A pesar de sentir una sensación de agradecimiento por el hecho de que Justin me hubiese encontrado, no podía evitar sentirme mal y arrepentida porque Marc y él se hubieran conocido. Primeramente, Justin sería consciente de los frecuentes acosos de aquel tipo y seguramente se sentiría enojado y decepcionado por no haberle contado ni una sola palabra de aquello
Y  en segundo lugar, no parecía algo positivo que Marc fuera consciente de quien era Justin, al último que quería meter en este asunto era a él.

-¿Y tú quien se supone que eres? –preguntó divertido Marc, como si su juego mejorara por momentos.

-Eso no te incumbe.  –respondió Justin de un modo cortante. Estaba enfureciendo a cada minuto que pasaba.

Marc hecho la cabeza hacia atrás y profirió una sonora carcajada. Solo el hecho de oírles hablar me provocaba escalofríos.

-¿Quién se supone que eres? ¿Su novio?  -y en ese momento empezó a deshacer su doloroso agarre alrededor de mi brazo.

En cuanto me sentí lo suficientemente firme como para moverme me tire de un salto a los brazos de Justin. Le abrace con la intención de no alejarme de él por nada del mundo y él me sujeto, ya que estaba aún temblando, por la cadera.

-Sera mejor que nos vallamos. –musitó dirigiéndose a mí pero sin apartar la vista de Marc, al que fulminaba con la mirada. En sus ojos había rabia y parecía que le quisiese asesinar solo con mirarle.

Nos dimos la vuelta lentamente y echamos a caminar en dirección a mi casa, terminando el camino que Marc me impidió acabar esta tarde.

-Nos volveremos a ver. –nos gritó burlonamente mi agresor.- lo prometo preciosa. –y pude oír con el también daba media vuelta para dirigirse a donde quiera que se suponga que valla a ir.

Justin andaba con paso firme, guiándome con su abrazo hasta casa. No dijimos nada durante todo el trayecto pero pude sentir su mirada de preocupación e impaciencia durante la mayoría del tiempo.


Al llegar a la entrada fui incapaz por los pequeños temblores que sufría de abrir la puerta con la llave y fue él quien tuvo que hacerlo.
Al estar ya a salvo  los ojos se me llenaron de lágrimas, pensaba que no podría contenerme pero hice un esfuerzo para no asustar a Justin.
En cuanto entramos en mi cuarto Justin casi me obligo a sentarme en la cama junto a él y me pregunto con algo de ansiedad:

-¿Te encuentras bien? ¿Te ha hecho algo? Como te allá tocado… -masculló apretando la mandíbula y dejando la frase en el aire.

-No Justin… -dije de un modo muy poco convincente.- No me ha hecho nada, estoy bien. –mentí ya que ni mucho menos me encontraba bien, estaba aterrorizada. Pero no quería preocuparle más de lo que ya estaba.

Recorrió mi cuerpo que en esos momentos temblaba, fijándose detenidamente para ver si encontraba algo sospechoso, algo que delatara que me había echo daño.
Hasta que sus ojos pararon en mi amoratado brazo, muy dolido por la fuerza que habían ejercido sobre él.
Su expresión ya ni siquiera era de enfado sino de pura rabia.
 Sujeto mi brazo con extremo cuidado y lo acaricio suavemente por encima.

NARRA JUSTIN:

¡Ese jodido carbón! Como se atreve ni siquiera a tocar a mi chica.
Al ver aquel moratón en el brazo apenas pude controlar mi furia. Iba a estallar como nadie me lo impidiese.
(Tu nombre) estaba asustada, por mucho que lo negase su miedo reflejado en los ojos la delataba. Y no soportaba la idea de que por culpa de ese tío ella estuviera mal, de ese modo... Si alguna vez vuelvo a verle cerca de ella desde luego que no se ira sin llevarse su merecido. 
Ya me encargaría yo de él mas tarde ahora lo importante era ocuparme de que (Tu nombre) se recuperase.
Siempre a sido mi deber protegerla, cuidar de ella y es obvio que no lo había hecho como es debido, así que por lo menos mi deber ahora era que se tranquilizara y que volviera a la normalidad.


No le comenté nada sobre la herida en el brazo, sobraban las palabras. Solo la mire a los ojos con cara de preocupación.


-¿Como sabias donde estaba? -me preguntó ella al cabo de unos segundos supongo que para desviar la atención de su brazo.


-Estuve esperándote delante de tu casi durante casi un cuarto de hora y como tardabas mucho decidí ir a buscarte, solo para asegurarme de que no te pasaba nada malo, y como he podido observar no me equivocaba.


El primer silenció incomodo... Bueno en realidad a eso no se le podía llamar silencio incomodo. Simplemente teníamos miles de cosas que decir, que explicar, que preguntar pero no sabíamos como empezar. Y suponía que los dos teníamos dudas sobre cuales compartir y cuales no.
Así que me limité a hacerle la pregunta que más necesitaba decirla:


-¿Quien es ese tío? ¿Le conoces de algo?


-En realidad no le conozco de nada. -hizo una pausa y suspiro. Parecía cansada.- Pero no es la primera vez que tengo encuentros similares a este con él.


Ahora si que había llegado a mi limité, le arrancaría la cabeza si le tuviese ahora mismo delante. 


-Solo se que se llama Marc. -terminó diciendo ella, y al ver su rostro que tenía una expresión de inseguridad, y inquietud el enojo y la rabia que estaba experimentando en esos momentos desapareció completamente para centrase unica y exclusivamente en ella. Sabía que no se sentía bien y lo que más quería en estos momentos era que viera mi apoyo y amor incondicional hacía ella. Que se sintiera segura y cómoda.


-Bueno no te preocupes más. -empecé a decir mientras me arrimaba a ella con cuidado.- supongo que no ha sido un día muy agradable para ti, bueno ni tampoco para mi la verdad, pero sera mejor que descanses.- y en ese momento la tumbé en la cama junto a mi, quedando abrazados.








CONTINUARA.


domingo, 6 de noviembre de 2011

26º Capitulo- Agradable encuentro.

Holaaa! Que tal lectoras? Espero que os guste el capitulo anterior :D
Por cierto para las que no se acuerden de quien es Jason, le conocisteis en la fiesta de Justin, es Jason Dolley.
Se que he tardado mucho es escribir pero es que mi madre me ha castigado sin ordenador, y no he tenido apenas tiempo. He echo lo que he podido.
Bueno no os entretengo mas. Muchos besos! Os quieroo (L)


____________________________________






Me encontraba sumergida en un profundo y magnifico sueño, que por supuesto trataba sobre Justin. Muchas noches soñaba con él pero últimamente era cuando más lo hacía. Mi mente solía construir un sueño basado principalmente en que los dos poseíamos la inmortalidad: nunca envejeceríamos, nunca moriríamos y nuestro amor siempre estaría presente. Nadie nos podía separar y estábamos destinados a pasar el resto de nuestras interminables vidas juntos.
Desde luego es algo muy agradable de tener en la mente cuando estas sumergida en ese confuso mundo de los sueños pero algo decepcionante aveces al despertar al alba ya que por muy cautivante y atractivo que resultara aquello en su mayoría aquello nunca sería real.


Sentí una suave caricia sobre los labios. No me incomodaba, al contrarío, me gustaba. Aquello hizo que abandonara mi sueño para concentrarme en el mundo consciente que me rodeaba.
Y cuando abrí los ojos pude entender porque aquel contacto me agradaba tanto: Justin me estaba besando.
Con los ojos cerrados movía lentamente y con delicadeza sus maravillosos labios sobre los míos que reaccionaron en el instante en que fui consciente de aquella escena.
Se separo de mi escasos centímetros para después susurrar con una acogedora sonrisa:


-Bueno días shawty.


-Me gustaría despertar todos los días así... -una sonrisa se dibujo en mi rostro mientras me estiraba perezosamente.


Justin iba a decir algo pero antes de que pudiera pronunciar palabra oímos un ruido lejos de la habitación pero al mismo tiempo cerca y caí en la cuenta de que, como todos los domingos, mis padres se levantaban pronto para llevar acabo las tareas del hogar. Me alarme. Si por cualquier motivo se les ocurría entrar en mi cuarto: Justin estaría muerto, yo estaría muerta, los dos estaríamos muertos. No me lo podía permitir...


Él noto como aparecía en mi rostro la preocupación y el miedo y comprendió inmediatamente que no podía quedarse ni un minuto más aquí.


-¡Corre! -le presioné.


Abrí la ventana para ayudarle a salir lo más rápido posible y él se deslizó por esta con mucha facilidad y, antes de seguir escalando hacía el suelo por la pared de mi casa, me acerque a él divertida por la situación y le bese como forma de despedida.






-Hoy tengo que irme fuera de la ciudad pero mañana te llamare, te lo prometo. -dijo rápidamente justo después de besarme.


-Esta bien. -le sonreí.- Te quiero. -acabe diciéndole.


-Yo también. -y termino de bajar la pared para seguidamente echar a correr en dirección a su casa.


Me dí la vuelta y suspiré, la adrenalina todavía estaba presente en mis venas. Y decidí tranquilizarme, mis padres no podían notar nada raro en mi.




No tenia muy claro lo que haría esta tarde pero de lo que estaba segura era que ninguno de mis amigos estaba disponible hoy, asi que ya tenia asumido que pasaria el resto del dia sola.


No podia soportar ni un segundo mas encerrada en mi habitacion, aburrida, sin nada que hacer... Necesitaba salir y tomar el aire ya que ademas hacia un dia esplendido.
Decidi acercarme al parque mas cercano a proseguir el libro que con tanto interes leia (Un paseo para recordar), me senté en un mesa cercana a unos bonitos arboles con florecientes ojas verdes que mostraba la proximidad al verano.




Abrí el libro por la pagina 56 y me sumergí en la cautivante historia que tanto me entusiasmaba.
El aire fresco ondeaba y revolvía mi pelo con olor a fresa. Este lugar me encantaba, siempre tan tranquilo, tan solitario; con este aroma tan característico a pino y hierva mojada. Había estado muchas veces en este parque pero nunca me había parado a pensar en lo bien que me sentía cuando me encontraba aquí. Era la mejor forma de aislarse y pasar un tiempo sola, consigo misma. 

El mundo dejo de existir y ahora yo tambien formaba parte del libro cuando alguien me toco la espalda y me saludo:

-Hola (Tu nombre)! -me dí la vuelta algo sorprendida mientras que salia de aquel trance y volvía a la vida real.

-Jason! Hola! Que tal estas? -dije encantada de volver a verle y sorprendida ya que no me esperaba encontrarle aquí.

-Muy bien! Escapándome un poco de mi agobiante casa. -me sonrío dulcemente.

-¿Y eso? ¿Porque agobiante? 

-Nose... Pero no me dejan ni un minuto tranquilo y no aguantaba mas. Así que me pase por aquí un rato, para tener algo de tranquilidad. -aquello me sonaba, al parecer no era la única persona que venía aquí para relajarse.

-Si... este sitio es genial. -después le sonreí amablemente, de corazón. Nunca pensé que me alegraría tanto de verle.

Aunque no me dio esa impresión, pasé toda la tarde junto a él. Y me cuenta de que era aun mas agradable y simpatico de lo que recordaba. Era imposible que fuese aun mas encantador de lo que era y la verdad es que le cogí mucho cariño.
La noche se cernía sobre nosotros y ya no hacía tanto calor como antes. Decidimos volver a nuestras respectivas casas, no si antes habernos intercambiado nuestros numeros de teléfono, cuando algo inesperado pero no nuevo paso:

Me sentí débil, casi sin poder caminar. Las piernas me temblaban sin descanso y tuve que apoyarme en las rodillas para evitar caerme al suelo. Y como si se tratase de un puntiagudo cuchillo noté un dolor insoportable en la frente, en los parpados, en la nuca, en toda la cabeza. Tenia los ojos cerrados a conciencia y mis manos se apretaban con fuerza hasta hacerme daño. Llego un momento en el que solo hubo dolor y no pude ser capaz ni siquiera de pensar o de centrarme en otra cosa que no fuera aquello. Cuando abrí los ojos para poder distinguir si estaba de pie o en el suelo no vi nada, todo negro, y me asuste aun mas. No estaba muy segura de si era el caso pero yo notaba como mi cuerpo se tambaleada de un lado a otro a causa del mareo.
Gracias a dios sentí a Jason agarrarme de la cadera y en algun lugar muy lejano a mi consciencia escuche una voz que decía alarmada, casi aterrorizada:

-(Tu nombre) (Tu nombre)! Estas bien?! Que te esta pasando...

Me gustaría haberlo contestado pero era incapaz en esos momentos. Me agarre a él para intentar estabilizarme y únicamente espere a que aquel mareo cesara, era lo único que podía hacer...
Puede que fuera mi impresión o puede que fuera de verdad pero me pareció que el dolor estaba remitiendo.
Y despues de unos segundos pude comprobar que así era: apenas me sentía mareada y mis ojos, aun con la vista nublada, empezaba a ver de nuevo.
Por un lado sentí alivio: "Uff... Ya se ha acabado" - pensé. Pero por otro sentía inquietud, miedo y preocupación. Sobre todo por el echo de que esto ya me había pasado antes, no hace mucho tiempo...


CONTINUARA.