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domingo, 22 de mayo de 2011

9º Capitulo- Confesiones.

Justin no paraba de mirarme con esos ojos tan sumamente impactantes y esa fue la primera vez que me di cuenta de lo que me hacia sentir cada vez que me miraba de ese modo, me di cuenta del cosquilleo que provocaba en mi estomago, me di cuenta de la falta de aire cada vez que se aproximaba a mi... de eso y de mil sentimientos y mil sensaciones que recorrían mi cuerpo a cada momento que el estaba cerca. Aveces resultaba ser algo inaguantable,  irresistible.
En ese momento yo solo me dejaba llevar, no reaccionaba de ninguna manera en concreto, solo disfrutaba el momento lo máximo posible.


Entonces, en un instante, sin ni siquiera darme cuenta de como había sucedido, Justin me había acorralado contra uno de los vitrales del acuario. Nuestros rostros estaban apenas a centímetros de distancia, y el nerviosismo en mi se disparo, junto a mi corazón latiendo a mil por hora. Mientras que yo estaba confusa, extrañada, inquieta, intrigada... Justin se mostraba apacible, tranquilo. Solo esbozaba una sonrisa simple y dulce pero que tenia como consecuencia aumentar el nerviosismo aun más en mi.
El poco espacio que quedaba entre nosotros iba reduciéndose lentamente hasta llegar al punto en el que podía sentir su respiración. Nuestros labios se rozaron dando después lugar a un beso... tierno, lento y delicado. El sabor y tacto de sus labios me desconcertaban: me resultaban increíblemente maravillosos y dulces. En ese momento mi mente se quedo en blanco completamente, no podía pensar ni reaccionar de ningún modo, solo disfrutar de ese exquisito beso.






Después de unos segundos Justin y yo nos separamos con una lentitud notable y aquel momento mágico que hubiera deseado que nunca acabara se esfumo.
El escrutable silencio fue roto cuando Justin me susurro al oído:


-Te quiero.


No sabia como reaccionar, como pensar, estaba... perdida.
Simplemente no entendía porque. No entendía  que Justin me hubiera besado, no entendía el comportamiento tan cariñoso con el que me estaba tratando, no entendía porque hacia todo esto, porque la ultima cosa que pensaría sería que él pudiese sentir algo por mi. Yo no era nada comparada a él. Él era tan increíble, tan perfecto, tan maravilloso que no me cabía en la cabeza que pudiera querer estar con una chica como yo. Yo no le merecía, no estaba a su altura...
Ademas él podría conseguir a cualquier chica, a alguna modelo o actriz o a cualquier chica destacable y pudiendo tener eso... ¿porque se conformaría con una chica como yo?


Derrepente Justin interrumpió el hilo de mis pensamientos:


-¿Estas bien? -me pregunto con cara de preocupación mientras me acariciaba el brazo tiernamente.


-Si... -dije intentandome centrar y dejando mis pensamientos de lado. Y rapidamente añadí.- Justin... yo también te quiero.


La verdad es que me estuve debatiendo segundos antes conmigo misma antes de musitar aquella respuesta.


Sin perder ni un segundo Justin deslizo sus manos por mi cuerpo hasta llegar a mi cadera, y volvió a besarme del  mismo modo irresistible en el que lo había hecho antes.
Seguía estando igual de confundida que antes, formulándome las mismas preguntas una y otra vez hasta que Justin se separo de mi para mirarme a los ojos de forma intensa y me pregunto con un tono de voz increíblemente dulce:


-¿Quieres ser mi novia?


Yo aparte la mirada y le conteste indecisamente:


-Justin yo... no se que decir.


Y entonces me dispuse a decirle la verdad:


-Siento algo muy fuerte por ti, siempre lo he sentido, pero no se si esto es lo correcto. Nos conocemos desde hace muy poco tiempo y todavía tengo cosas que aclarar en mi mente... -no sabia como continuar, no podía expresar bien en esos momentos lo que sentía.


Y entonces Justin me interrumpió:


-Hee! Tranquila, no pasa nada... no hace falta que me contestes ahora, tomate tu tiempo, enserio. -se mostraba lo mas comprensivo posible, manteniendo el tono dulce en sus palabras pero aun así era inevitable notar que su sonrisa había cobrado un aspecto falso, forzado.


-Esta bien -dije sonriendo mas tranquila.- gracias :)


-No pasa nada Shawty.


A pesar de que pensaba que después de lo que había pasado iba a ser un momento algo incomodo para los dos, no lo fue para nada: todo siguió igual que antes, como si nada.


Pasamos el resto de la tarde paseando y visitando el centro acuático y aunque no hubiéramos quedado como novios seguíamos teniendo el mismo comportamiento cariñoso del principio durante toda la supuesta cita.
Cuando empezó a anochecer decidimos volver a casa y cuando estábamos de vuelta al coche una brisa fría, para mi sorpresa, empezó a soplar e hizo que me estremeciera. Enseguida Justin se dio cuenta y sin consultarme, decidió abrazarme con su brazo los hombros para protegerme del frió y eso hizo que me estremeciera aun más ya que aunque su abrazo fuera cálido y acogedor me provocaba la sensación de tener mariposas revoloteando incesantemente en el estomago. 


NARRA JUSTIN:


Cuando llegamos al coche la ultima cosa que me apetecía hacer en ese momento era soltar a (Tu nombre) pero no me quedaba otra, así que lentamente deshice el abrazo que había creado, la abrí la puerta y la volví a acariciar la mejilla. Después me subí al coche yo también y comencé a recorrer el camino de vuelta a casa. 


-¿Te lo as pasado bien hoy? -pregunte, cuando no faltaban muchos kilómetros para llegar.


-Si, ha sido estupendo Justin. Muchas gracias por este día tan maravilloso -me contesto ella con una sonrisa de oreja a oreja.


-No ha sido nada, esto no es ni la mitad de lo que te mereces. 


-Justin, esto a sido incluso... demasiado para mi.


-No lo creo, te mereces mucho mas por todo lo que has hecho por mi.


Se quedo unos segundos reflexionando e intentando entender mi respuesta.


-Y... ¿que se supone que he hecho por ti? -dijo por fin, dudosa.


-Pues hacerme sentir bien, como una persona normal. Eso es lo mejor que puede hacer alguien por mi.


En ese momento hubo un silencio, y supe que (Tu nombre) no tuvo nada mas que decir, solo se limito a sonreírme mientras me miraba a los ojos. Y yo hizo lo mismo.


Cuando por fin llegamos, a mi pesar, tuve que dejar a (Tu nombre) en su casa. Por uno instante vacile en si darle un beso en los labios o si conformarme con uno en la mejilla pero al final decidí no precipitarme y escogí la segunda opción a pesar de que hubiera preferido mil veces mas la primera.


-Adiós -dije sin querer dejarla marchar.- ¿Te veré mañana? -pregunte.


-Claro!, ven a buscarme por la mañana si quieres. -me contesto.


-Esta bien -dije y observe como caminaba hasta su casa cerrando la puerta detrás de si.


Aparque delante de casa y entre. Mi madre estaba en el salón y me pregunto:


-¿Que tal hijo? ¿Como te fue en el acuario?


-Muy bien mama -la conteste sonriendo mientras empezaba a subir las escaleras hacia mi cuarto.


-¿Cuando me vas a presentar a esa amiguita tuya? -me pregunto para mi sorpresa picaramente.


Yo sabia que mi madre sospechaba algo, estaba deduciendo poco a poco que (Tu nombre) me gustaba y no era de extrañar ya que últimamente todo mi tiempo libre lo pasaba con ella.


-Emmm... ¿quieres conocerla? -pregunte extrañado.


-Claro que si, siempre me estas hablando de ella y tengo ganas de poder conocerla por fin. -dijo alegre.


-Esta bien, veré que puedo hacer. -la conteste mientras terminaba de subir las escaleras.




Pasado el comienzo de la noche, cuando mi madre y Jazzi ya estaban en sus camas durmiendo profundamente, decidí bajar a la cocina a beber algo de agua ya que era incapaz de conciliar el sueño. Supongo que no podía dormir por todo lo que estaba pasando, no podía parar de pensar en (Tu nombre) y ninguna distracción era lo suficientemente buena como para dejar de pensar en ella. Y sabia que hiciera lo que hiciera seguiría desvelado como ahora.
Después de haber dado mas de mil vueltas en mi habitación tome una decisión sobre lo que haría a continuación: ir a ver a (Tu nombre).
Puede que fuera arriesgado y no una buena idea pero... ¿que mas podría hacer en ese momento? si total no me podía mantener tranquilo ni dos segundos y era lo que mas deseaba hacer.


Cogí las llaves de casa, baje las escaleras silenciosamente para no despertar a nadie y antes de salir cuidadosamente al exterior mire el reloj de la cocina que marcaba las 2 de la mañana.
Camine escasos pasos hasta llegar a casa de (Tu nombre) y comencé a trepar por la enredadera que daba a su ventana. Cuando por fin llegue a mi destino entre cuidadosamente, ya que no había señales de que alguien estuviera despierto, mientras que terminaba de abrir la ventana de la habitación que no estaba cerrada totalmente. Y cuando estuve dentro me acerque a la cama de aquella hermosura que descansaba plácidamente entre las sabanas, no quise despertarla, prefería observar como descansaba ya que así podia estar tan cerca como quisiera de ella. Me senté en el borde de su cama y la acaricie el cabello, la tentación de besarla era muy grande pero aun así resistí, ya que sabia que no era lo adecuado.


Estuve casi una hora allí cuando decidí volver ya que era demasiado tarde aunque si por mi fuera me hubiese quedado ahí toda la noche junto a ella.


CONTINUARA.





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