Páginas

martes, 19 de marzo de 2013

33º Capitulo- Solucionando discusiones

-¡Eh tu! Que diablos le has hecho a (Tu nombre)!? -gritó Justin mientras entraba precipitadamente en la cafetería.

 Nick y yo nos disponíamos a salir de aquel sitio para evitar que Justin acabase montando un numerito dentro que, según lo que estábamos viendo, era algo perfectamente posible.

Justo en ese momento no supe muy bien como reaccionar ni que hacer para que Justin se tranquilizase pero mi primer reflejo fue ponerme delante de él y empujarle hacía donde acababa de entrar.

-Justin vamonos! No pasa nada, ya te lo explicare por el camino.

A pesar de la presion que ejercía contra mí para poder encararse con Nick, le lleve fuera de la cafeteria mientras me despedia rapidamente de mi acompañante de la noche pasada con la mano y una mirada de disculpa. Atravesamos la calle a toda prisa y el me guió hasta su coche.

-Que conste que no he hecho nada de lo que me había apetecido hacer solo por ti. -me recrimino mientras nos subiamos a su coche.

-Justin no querrias llamar la atencion en un sitio asi, aunque hubiese poca gente. -le explique- Y ademas... no tienes de que preocuparte, ayer no paso nada... malo. -le intente explicar pero en verdad no estaba segura si me creía.

-Cuentame lo que paso (Tu nombre), no me llamaste anoche ni por la mañana... -me exigió.

Justin arranco el coche, mientras yo pensaba en alguna excuso o historieta creible. No queria contarle nada de lo que paso, se enfadaria demasiado con Nick y conmigo y se preocuparía aun más de lo que ya estaba. Pero no se me ocurrio nada convincente en ese momento, mi cabeza seguía hecha polvo. Su mirada atenta e insistente que no bajaba la guardia en ningun momento me hizo soltarlo todo:

-Esta bien Justin... -empeze a decir y la verdad es que no sabia como continuar- Me drogaron y Nick me llevo a casa de un amigo suyo para que me recuperara. Pase la noche alli porque no podia volver a mi casa y por la mañana fuimos a tomarnos un cafe a la cafeteria de la que acabamos de salir para que se me pasaran los efectos secundarios de las drogas. -solté de sopetón. Justin se quedo completamente callado, resultaba inquietante.

-¿Que?! -acabó diciendo con voz alarmada pero en un susurro- ¿Te han drogado?

-Justin... -empecé diciendo con voz suave y precavida- No hay de que preocuparse, no ha pasado nada y yo estoy bien. Nick se ha ocupado muy bien de mi, me ha estado cuidando.

-Pues no creo que te haya estado cuidando muy bien porque si has acabado drogada... -espeto con furia mientras fijaba la vista en la carretera con el ceño fruncido y sujetaba el volante fuertemente con las manos.

-No fue culpa suya! El no es mi niñera tampoco! -ahora yo también estaba empezando a enfadarme.

-Me da igual, podria haber estado mas atento a ti! -reprocho con una mirada ardiente por la rabia.

En ese momento los dos nos quedamos callados: a mi, me iba a explotar la cabeza de un momento a otro y estaba claro que Justin hacia grandes esfuerzos por controlarse y no dejar que su rabia fluyera y se le escapase de las manos.
Pero al cabo de un rato, cuando el ambiente entre nosotros parecía estar mas calmado él añadió:

-Y no me quiero ni imaginar lo que habrá aprovechado Nick con esa situación. Seguro... seguro que estaba encantado de que te hubiesen drogado. -eso ultimo lo dijo por lo bajo pero aun así convencido de lo que decía.

-Justin! Como puedes decir eso! -empecé a decir, casi gritando-  Entiendo que puede que estés enfadado pero no le eches la culpa a Nick, ni le acuses de nada. Él solo me ha ayudado.

Esbocé esas ultimas palabras y para finalizar definitivamente con aquella bochornosa conversación añadí:

-Y por favor tranquilízate ya. No quiero hablar de esto ahora.

Agache la cabeza pesadamente y me frote la frente con una mano. No sabia si era tan solo una sensación pero me notaba muy caliente, como si tuviese fiebre en ese momento.
Justin se quedo callado. Supongo que se habría dado cuenta del lamentable estado en el que me encontraba y que, por ahora, habría decidido dejar el tema a un lado.

Lo que quedaba de viaje se me hizo eterno y al llegar a casa di gracias a Dios por poder estar allí de nuevo. Entre por la puerta y lo primero que constate fue que la casa estaba completamente en silencio, lo que significaba que mi familia había salido y que estaría sola en casa. Lo agradecí.
Mientras que yo subía las escaleras, dejaba mis cosas y demás, Justin me seguía detras, al parecer sin ninguna intención de dejarme sola.
Finalmente fui a tomar una ducha fría mientras que él esperaba en mi cuarto. Conseguí que el mareo empezase a desaparecer y que el dolor de cabeza remetiese poco a poco. Me empezaba a sentir mucho mejor con aquella agua helada que parecia milagrosa. Despues de aquella ducha, termine de vestirme y arreglarme para, al menos, estar decente el resto del dia y dejar de parecer un muerto viviente.

Una vez de vuelta en mi habitación me sente al lado de Justin que estaba en mi cama y más tranquilamente empezamos a debatir lo que quedaba del tema de antes. Todo quedo finalmente en que a pesar de que no fue nada grabe, no iba a poder salir más sin una compañía juzgada por mi novio como segura; lo que significaba: no mas fiestas sola con los hermanos Jonas. Y de momento, acepte lo que Justin exigía para poder zanjar el asunto de una vez por todas.

A pesar de haber terminado de hablar sobre el incidente Justin volvio a sacar el tema pero desde una perspectiva diferente. Ya no me queria regañar más sino confesarme esa desagradable experiencia que habia sido para él el echo de que yo estuviese desaparecida y con posibilidades de que me hubiera pasado algo:

-Estaba tan preocupado... -empezó diciendo Justin.- Menos mal que ya estas aqui, junto a mi. Si te hubiese pasado algo... -dejó sin terminar la frase y agacho la cabeza de manera melancólica

-Exacto. -puntualicé yo.- Estoy perfectamente, en el mejor sitio donde se puede estar.

-Ven aquí. -susurro con ternura mientras me miraba a los ojos.

Y me beso, de forma calida y suave, que hacía que me sintiese protegida y segura a su lado.
No importaba todo lo que habia pasado, no importaban las discusiones ni los enfados. En ese momento lo unico importante eramos él y yo.



Nuestros labios se movian como si siguiesen un lento compas mientras sus manos acariciaban sutilmente mi pelo y mi rostro. Yo me arrime más a él simplemente porque le necesitaba. Cada vez que me sucedía algo aunque no tuviese que ver con Justin, siempre tenia unas ganas infernales de estar cerca de él, lo maximo posible; y esas ganas siempre podian conmigo, como en esta ocasion, y no podia evitar que mis manos le rodeasen y mi cuerpo estuviera en contacto con el suyo, de manera cada vez más notoria.
Justin deposito una mano sobre mi pierna mientras que con la otra continuaba acariciandome el rostro, su cuerpo ahora esta muy pegado al mio gracias a que mis brazos le rodeaban fuertemente el cuello. Los jadeos se abrieron paso entre el silencio de la habitación y unicamente fueron interrumpidos por un "Te quiero" en forma de susurro que salio de los labios de Justin cuando, estos, estuvieron cerca de mi oido. 
Nuestros besos se entrelazaban, unos seguidos de otros y ninguno de los dos teniamos intencion de parar en aquel momento, parecia que lo unico que queriamos era que no se acabara nunca. 
Aquellos besos, abrazos, caricias... me transportaban hacia otro mundo, un mundo del que nunca querría marcharme. Y la verdad es que ya no me acordaba ni en donde estaba practicamente lo unico que veia, sentia y olia era a Justin, solo a él. Y cuando el ruido de la puerta principal de casa al cerrarse me sobresalto, todo aquel maravilloso mundo pareció esfumarse; aunque no del todo ya que al fin y al cabo mi precioso novio seguia alli. Lo unico malo era que, ahora, habiamos vuelto a la realidad, la realidad de estar en mi casa con mi madre merodeando por alli.


CONTINUARA.
















No hay comentarios:

Publicar un comentario